LAVANDERÍA AUTOSERVICIO
La lavandería autoservicio es uno de los negocios en auge de un tiempo a esta parte. La inversión desde luego no es menor, pero en un año y medio o dos puede quedar amortizada. La ventaja es que si queremos, no requiere de personal: podemos automatizar completamente el negocio y solo recoger los beneficios sin más complicaciones. Las más básicas solo ofrecen lavado y secado de ropa, a precios muy competitivos; hay otras lavanderías que disponen de personal y además de lavar y secar, ofrecen tintorería, planchado, lavado en seco… Un serie de ventajas de las que no disponen las lavanderías autoservicio, pero que no pueden igualar el precio de las primeras solo por el hecho de disponer de personal. En una lavandería autoservicio necesitarás desde luego lavadoras y secadoras. A todas ellas se les puede añadir el kit monedero para fichas o monedas o se pueden unir todas a una central de pago, que puede cobrar también con tarjeta.
Las lavadoras más habituales para una lavandería autoservicio son las lavadoras de alta velocidad, con unas capacidades que van de los 11 a los 25 kg aproximadamente. Aunque las lavadoras industriales pueden llegar a más de 100 kg de capacidad, en una lavandería autoservicio partimos de la base que serán particulares quienes vayan a lavar su ropa, a lo que más de 25 o 26 kg sería una exageración. Lo mejor en estos casos es disponer de lavadoras con pantalla táctil: nos permiten especificar muy bien los programas y los detergentes que entrarán en ese programa, así como los tiempos, las temperaturas, y el tipo de ropa que se vaya a lavar. Además, con estos paneles podemos programar un precio específico para cada ciclo, y si queremos, hasta poner vídeos del funcionamiento de la máquina o publicidad de spónsors. Las lavadoras industriales son eléctricas, por defecto trifásicas. Si no disponemos de esa conexión, podemos solicitarla bajo pedido monofásica, si complementamos el calentamiento del agua mediante un calentador externo también monofásico.
Las secadoras industriales pueden ser eléctricas o a gas. Es muy importante que tengas en cuenta que si el calentamiento es a gas, necesitarás una extracción de humos como la de cualquier cocina, porque como venimos explicando siempre, el gas puede combustionar. Si es eléctrica, será trifásica, pero no será obligatorio tener extracción de humos, solo una salida de vahos para evitar la acumulación de calor. La secadora industrial equivalente a la lavadora industrial siempre será de unos pocos kilos más de capacidad, porque la ropa mojada pesa más, y así podemos acelerar el proceso de secado por tener más espacio la ropa en movimiento. Por ello, por ejemplo, para una lavadora de 11 kg, pondremos una secadora de al menos 14 kg, para que la ropa tenga más espacio y seque antes. Además, con una secadora industrial podemos escoger el programa por tiempo, por % de humedad, etc.
Aunque es menos habitual, podemos encontrar en lavanderías autoservicio planchadoras o calandras, que son las máquinas para planchar la ropa, especialmente la ropa lisa, como manteles, servilletas de tela o ropa de cama. Con una calandra, podemos pasar la ropa lisa húmeda de la lavadora de alta velocidad escurrida a la calandra, sin necesidad de secarla previamente. A una lavandería autoservicio siempre se le pueden añadir otros servicios para que el cliente pase la espera, como máquinas de vending o similares, que aumentarán los ingresos. Tenemos listo un plan de amortización de la maquinaria de lavandería autoservicio a razón de la zona, el número de máquinas, el número de lavados diarios, y la amortización. No dejes de ponerte en contacto con nosotros para saber más y estudiaremos tu caso y te ofreceremos una amortización teórica para que sepas a qué atenerte.